• Friedrich Schiller: El ideal y la vida

    Friedrich Schiller (1759-1805) El ideal y la vida Con eterna claridad y pureza de espejo, tersa, Ligera como el céfiro, les pasa la vida En el Olimpo a los bienaventurados. Las lunas cambian, las estirpes se dispersan, Las rosas de su eterna juventud florecen Sin cambios, en las ruinas de la eternidad. Entre la dicha…


  • Roger Fry: Vincent van Gogh

    Debe haber todavía algún vendedor de cuadros en Bond Street que recuerde a un joven holandés, ayudante en Goupil Galleries, que venía a trabajar todos los días, como todos en aquellos días, con un sombrero de copa. Ese particular sombrero escondía el impacto de un obstinado cabello rojo y de un entrecejo firme, intenso, pero…


  • D’Annunzio: Al Ideal

    Gabriele D’Annunzio (1863-1938) Al Ideal Sos la luz límpida y tranquila donde el mal de los espíritus que huyen se pierde, así como hojas al viento se perdía el dictamen de la Sibila. Sos la fuente que brilla y canta en el alba y llama a los que esperan a sus aguas: ellos se acercan…


  • Paul Verlaine: Arte poética

    Paul Verlaine (1844-1896) Arte poética La música ante todo, Y por eso prefiere lo Impar Más suelto y soluble en el aire, Sin nada en él que pese o que pose. Mejor es que no elijas Tus palabras sin desprecio: Nada más querido que la gris canción Donde lo Indeciso y lo Preciso se confunden.…


  • William Blake: El viajero mental

    William Blake (1757-1827) El viajero mental Conocí una vez una tierra de hombres, De hombres y mujeres también, Y vi y oí cosas tan horribles Que los que han surcado la tierra nunca vieron. Porque allí nace alegre El niño engendrado con extrema aflicción: Del mismo modo que se toma el fruto Que con amargas…


  • Alfred Lord Tennyson: El Kraken

    El Kraken Bajo los truenos donde lo profundo hace tope; Lejos, muy lejos, bajo las aguas abisales, Jamás molestado, jamás invadido, su antiguo sueño Duerme el Kraken: los rayos de sol más débiles pasan Por su costado de sombras; más arriba, se hinchan Enormes esponjas de altura y crecimiento milenarios; Y lejos de ahí, bajo…


  • P. B. Shelley: Los dos Espíritus

    Percy Bysshe Shelley (1792-1822) Los dos Espíritus: Una Alegoría Primer Espíritu ¡Oh, Espíritu emplumado de fuertes deseos Que querrías flotar sobre la tierra, cuidado! Una sombra persigue tu vuelo de fuego — ¡La Noche se aproxima! Las regiones del aire resplandecen, Y entre brisas y rayos Desearía perderme — ¡La Noche se aproxima! Segundo Espíritu…


  • Arthur Rimbaud: Cabeza de fauno

    Arthur Rimbaud (1854-1891) Cabeza de fauno En la fronda, verde estuche manchado de oro, En la fronda incierta y florecida De espléndidas flores donde el beso duerme, Nervioso, rasgando el exquisito bordado, Un fauno asustado enseña sus ojos Mordiendo flores rojas con dientes blancos. Dorado y sangrante como un viejo vino, En risas estalla su…


  • Baudelaire: Pinturas murales de Delacroix en Saint-Sulpice

    El asunto de la pintura que cubre el lado izquierdo de la capilla decorada por Delacroix está contenido en estos versículos del Génesis: Después de hacer pasar sus pertenencias, Se quedó solo en ese lugar. Y apareció un hombre que luchó contra él hasta la mañana.Ese hombre, al ver que no podía derrotarlo, le tocó…


  • Germain Nouveau: Antología poética bilingüe

    No un poeta menor, sino un gran poeta. No un epígono de Rimbaud, sino su igual, observó en 1948 Louis Aragon[i]. Más audaz podía parecer esta frase a mediados del siglo pasado. No poco contribuyeron los surrealistas al reconocimiento de su poesía. Aun así, fuera de Francia, su obra resta casi desconocida. La fama que…


  • Giacomo Leopardi: A la luna

    A la luna Oh graciosa luna, recuerdo que hace un año sobre esta colina lleno de angustia venía a contemplarte: Pendías entonces sobre esa selva, como ahora, alumbrándola por completo. Pero nublado y trémulo por el llanto que brotaba de mis pestañas, a mis ojos tu rostro aparecía, pues dura era mi vida: y nada…


  • Gérard de Nerval: Notre Dame de París

    Gérard de Nerval (1808-1855) Notre Dame de París Notre Dame es muy vieja: se la verá quizá un día Enterrar el París que ella misma vio nacer; Pero en miles de años, el Tiempo hará tropezar, Como un buey al que un lobo persigue, su pesada carcasa, Torcerá sus nervios de hierro, y, con un…


  • J. W. Goethe: El aprendiz de brujo

    El aprendiz de brujo ¡El viejo maestro brujo Al fin se ha marchado! Y harán sus espíritus ahora También lo que yo les diga. Sus palabras y conjuros Yo recuerdo cómo usar, Y con la fuerza de mi mente Yo también haré prodigios. ¡Vengan olas, vengan Por el sendero breve, Que llegue a destino El…


  • Heinrich Heine: Los dioses de Grecia

    Los dioses de Grecia ¡Luna atestada de brillo! Bajo tu luz Reluce el mar como un oro diluido; Como la claridad del día, pero embrujada por el ocaso, Yace aquí abajo la vasta superficie de la playa; Y en el cielo azul claro, vacío de estrellas, Se deslizan las blancas nubes, Como colosales imágenes de…


  • C. A. Swinburne: El jardín de Proserpina

    Charles Algernon Swinburne (1837-1909) El jardín de Proserpina Aquí, donde el mundo está en silencio, Aquí, donde los problemas parecen Un motín de vientos muertos y olas gastadas, En dudosos sueños de sueños; Miro crecer el campo verde Para el pueblo que siembra y cosecha, Para el tiempo de los segadores, Durmiente mundo de arroyos.…


  • Stéphane Mallarmé: El fenómeno futuro

    Stéphane Mallarmé (1842-1898) El fenómeno futuro Un cielo pálido, sobre el mundo que muere de decrepitud, quizá desaparezca con las nubes: los jirones de púrpura del poniente se destiñen en un río que duerme en un horizonte sumergido de rayos y de agua. Los árboles se aburren y, bajo el follaje blanco (más por el…


  • Arthur Rimbaud: Los Sentados

    Los Sentados Negros por quistes, costrosos, los ojos cercados de anillos Verdes, dedos romos crispados sobre el fémur, El cráneo ornado de rencores difusos Como las floraciones leprosas de los muros, Han injertado, movidos por amores epilépticos Su fantástica osamenta en los negros y grandes Esqueletos de sus sillas, ¡y sus pies aún se entrelazan Por…


  • S. T. Coleridge: Tiempo real e imaginario

    Tiempo real e imaginario (Alegoría) En la parte llana de una cima de montaña, (No sé dónde, pero es tierra de hadas) Con brazos semejantes a alas de avestruz  Tendidas como velas, dos hermosos niños, Hermano y hermana, corren una carrera sin fin.  Ella lo aventaja, Aunque corre siempre con el rostro hacia atrás, Y…


  • Élie Faure: Henri de Toulouse-Lautrec

    Toulouse-Lautrec era auténticamente noble. Y rico. No tuvo que alabar las elites mundanas, cuya aprobación desdeñaba, ni luchar contra la miseria, esa consejera de la cobardía activa. Como era lisiado, deforme y vivía una vida solitaria, tampoco tuvo que luchar contra la propia riqueza, que bien hubiera podido aconsejarle la cobardía pasiva. Lejos de los…


  • Baudelaire: El vino de los traperos

    Charles Baudelaire (1821-1867) El vino de los traperos A menudo, bajo la luz roja de un farol Del que el viento agita la llama y maltrata el vidrio, En el corazón de un viejo suburbio, fangoso laberinto, Donde la humanidad bulle en fermentos tempestuosos, Vemos a un trapero que se acerca, balanceando la cabeza, Y…



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